agotado
Descripción y origen: Estos pececillos de pequeño tamaño que, según las especies, oscila entre 4 y 7 cm de longitud, tienen cuerpo muy comprimido lateralmente con línea dorsal rectilinea, mientras la región pectoral, muy prominente, es, sin embargo, afiladísima, recordando el filo de un gran cuchillo curvo de carnicero. La cabeza pequeña, tiene la boca dispuesta en la parte superior, casi dorsal, denunciando los hábitos alimenticios de estos peces, que capturan pequeños insectos en superficie. La aleta dorsal romboidal, de pequeño tamaño, esta inserta muy trasera, cerca de la caudal, netamente bilobulada. Las pectorales, largas y afiladas a guisa de alas, sobresalen de la linea del dorso y permiten largos planeos a ras de la superficie del agua. La especie representada en la ilustración Carnegiella marthae tiene un bello tono bronceado con una línea dorada flanqueada por un viso negro que recorre desde el ojo hasta la base de la aleta caudal, asi como un ribete negro que perfila la región ventral. Las diferencias sexuales no son apreciables a simple vista. Viven libres en arroyos tropicales de aguas nítidas muy sombreadas de Guayana y Brasil, en las cuencas del Amazonas y del Orinoco, colonizando la parte inmediata a la superficie libre de las aguas.
Longevidad: Alrededor de tres años.
Alojamiento: A pesar de su pequeño tamaño, necesitan acuarios grandes que presenten una máxima superficie en contacto con el aire y que no estén llenos hasta el borde, además de disponer de una ‘tapadera’ de vidrio. Recipientes de 120 litros de capacidad con un metro de longitud pueden considerarse adecuados para el albergue de los espectaculares ‘peces hacha’. El agua blanda 3-7 DH, ligeramente ácida pH = 5,8-6,7, debe estar atemperada entre 24-30ºC, la decoración ha de incluir fondos con rocas o raices y zonas plantadas que reciban poca luz.
Alimentación: Es uno de los capítulos limitantes para la tenencia de estos bellísimos pececillos, que puede solucionarse manteniendo una cria de drosophilas o moscas del vinagre. Adultos de estas mosquitas anestesiados con éter se distribuyen en la superficie del agua, donde son glotonamente devorados por los ‘hachas’.
Carácter y comportamiento: Generalmente pacíficos, ocupan la parte superior del agua de los tanques e incluso recorren ésta en rápidos ‘aleteos’. Muy ‘saltadores’, deben ser protegidos de sus vuelos ‘suicidas’ mediante un cristal tapadera y una zona de buena altura libre de agua. Conviven sin problemas con carácidos y otras especies pacíficas ‘de fondo’.
Cuidados diarios: Distribución de alimento adecuado, mantenimiento de las constantes, que ha de incluir la perfecta nitidez del agua y sifonados periódicos de parte del líquido del fondo reponiendo con agua nueva desclorada.
Reproducción: Muy difícil por la necesidad de grandes acuarios, las hembras disponen la escasa puesta debajo de la superficie entre cabombas y riccias. Retirados los reproductores, la eclosión se produce a las treinta y seis horas. Los alevines, alimentados con abundantes infusorios, toman la forma característica al mes de vida. La temperatura idónea para la freza se sitúa entre 28-29ºC.
Enfermedades: Tradicionalmente hipersensibles al ‘punto blanco’, también pueden contraer otras afecciones clásicas, mostrándose, en general, delicados y frágiles.
Longevidad: Alrededor de tres años.
Alojamiento: A pesar de su pequeño tamaño, necesitan acuarios grandes que presenten una máxima superficie en contacto con el aire y que no estén llenos hasta el borde, además de disponer de una ‘tapadera’ de vidrio. Recipientes de 120 litros de capacidad con un metro de longitud pueden considerarse adecuados para el albergue de los espectaculares ‘peces hacha’. El agua blanda 3-7 DH, ligeramente ácida pH = 5,8-6,7, debe estar atemperada entre 24-30ºC, la decoración ha de incluir fondos con rocas o raices y zonas plantadas que reciban poca luz.
Alimentación: Es uno de los capítulos limitantes para la tenencia de estos bellísimos pececillos, que puede solucionarse manteniendo una cria de drosophilas o moscas del vinagre. Adultos de estas mosquitas anestesiados con éter se distribuyen en la superficie del agua, donde son glotonamente devorados por los ‘hachas’.
Carácter y comportamiento: Generalmente pacíficos, ocupan la parte superior del agua de los tanques e incluso recorren ésta en rápidos ‘aleteos’. Muy ‘saltadores’, deben ser protegidos de sus vuelos ‘suicidas’ mediante un cristal tapadera y una zona de buena altura libre de agua. Conviven sin problemas con carácidos y otras especies pacíficas ‘de fondo’.
Cuidados diarios: Distribución de alimento adecuado, mantenimiento de las constantes, que ha de incluir la perfecta nitidez del agua y sifonados periódicos de parte del líquido del fondo reponiendo con agua nueva desclorada.
Reproducción: Muy difícil por la necesidad de grandes acuarios, las hembras disponen la escasa puesta debajo de la superficie entre cabombas y riccias. Retirados los reproductores, la eclosión se produce a las treinta y seis horas. Los alevines, alimentados con abundantes infusorios, toman la forma característica al mes de vida. La temperatura idónea para la freza se sitúa entre 28-29ºC.
Enfermedades: Tradicionalmente hipersensibles al ‘punto blanco’, también pueden contraer otras afecciones clásicas, mostrándose, en general, delicados y frágiles.
0 comentarios :
Publicar un comentario