Pez Oscar





Los Oscar son uno de los cíclidos más fascinantes que puede encontrar el aficionado a los acuarios. Sin embargo, las grandes dimensiones que pueden alcanzar (20 cm. en acuario, hasta 35 cm. en la naturaleza), hacen que muchos aficionados se asusten. Al igual que otros cíclidos tiene la cabeza proporcionalmente grandes, con ojos saltones. El aspecto general del pez es ovoideo debido a que las aletas dorsal y anal se prolongan hasta los bordes de la caudal. Los ejemplares salvajes tienen una coloración que combina manchas y franjas verde oliva y beige por todo el cuerpo, con ocelos negros bordeados de rojo / dorado en la base de la aleta caudal y a veces también en la de la dorsal. Se importaron por primera vez en Berlín, en el año 1929. Desde entonces han aparecido nuevas variedades de color en el mercado como la albina, roja, atigrada y otras que no han tenido demasiada aceptación. Hay que mencionar que la atractiva coloración de los ejemplares jóvenes (fondo negro con manchas y bandas gris claro por todo el cuerpo, con aspecto de traje de camuflaje) se pierde en los adultos. Son animales longevos, que pueden llegar a los 10 años de edad. Dimorfismo sexual prácticamente inexistente. Teóricamente los ocelos son algo más rojos en los machos. Muchos dicen que es imposible diferenciar los sexos. Un método más factible y teóricamente válido es sacar al pez del acuario y observar su zona anal de cerca y con la ayuda de una linterna. Simplificando se puede decir que la hembra parece tener dos orificios en la zona anal (el ano y el tubo ovopositor), mientras que el macho aparenta tener sólo uno. Aun así, el método más fácil para obtener una pareja es comprar varios juveniles (desde 3 - 4 cm de longitud) y esperar a que con el tiempo estas se formen por si mismas. La madurez sexual se alcanza cuando los ejemplares miden 12 cm. Pueden tardar hasta dos años en alcanzar esta talla.

  Distribución: Amazonia, ríos Negro, Paraná y Paraguay.

  Temperatura: Entre 24 y 28 º C.

  Agua: Actualmente, con la obtención de variedades de criadero y la evolución de la reproducción de esta especie en cautividad, se ha conseguido que estos peces se adapten a prácticamente cualquier tipo de agua cuyas condiciones no sean extremas. De todas formas, para la reproducción las condiciones idóneas del agua deberían de ser un Ph. De entre 6,5 y 7, con un TAC de 4º franceses.

  Alimentación: En la naturaleza al Oscar se le puede considerar como ictiófago, es decir, comen otros peces. Su alimentación se basa en peces más pequeños que ellos que tienen que tragar de un solo bocado, puesto que al contrario que las pirañas u otros depredadores no pueden despedazarlos. En su hábitat natural sus presas suelen ser los alevines, cíclidos incluidos. No obstante no se alimentan exclusivamente de peces; no hacen ascos a invertebrados y otros pequeños animales que puedan capturar. Obviamente hay mucha gente que prefiere no alimentar a sus Oscar, al menos habitualmente con otros peces. Este tipo de alimentación resulta más cara que recurrir a otros alimentos, y además no todo el mundo es capaz de hacerlo. La dieta fundamentada en otros peces no es esencial, siempre y cuando hayamos adaptado a nuestras mascotas en sus fases juveniles a aceptar otros alimentos. Los ejemplares jóvenes de Oscar están aprendiendo lo que se come y lo que no se come, con lo que nos costará menos que acepten alimentos congelados o en escamas. Sin embargo, un pez adulto considerará estos como incomestibles, puesto que nunca aprendió lo contrario, y por tanto será difícil, si no imposible, conseguir que los acepte. En cualquier caso, una dieta monótona no es adecuada, con lo que siempre conviene ofrecer variedad de productos a los juveniles. Entre los alimentos que podemos incluir en la dieta de nuestros Oscar están las lombrices de tierra (en el caso de los animales adultos), los gusanos de la harina, pescado o carne troceados, camarones, moluscos (sin la concha)..., además de los alimentos congelados y secos que habitualmente se encuentran en los comercios. Los ejemplares juveniles también aceptan gustosamente la artemia salina, pero a medida que crecen pierden interés (es una presa demasiado pequeña). Las escamas pueden usarse para alimentar a los individuos no excesivamente grandes, pero los ejemplares desarrollados tendrán que alimentarse con pienso granulado. Si también pensamos darles peces vivos a nuestros Oscar, hay que tener en cuenta que no se puede abusar de este tipo de alimento. Si se los damos con más frecuencia que una vez por semana, puede ser que lleguen a rehusar alimentarse con cualquier otro tipo de alimento, aun cuando se los hubiese acostumbrado para lo contrario (ya se sabe, la cabra tira al monte). Los peces vivos más habitualmente empleados son los peces rojos (según alguno trasmiten gran cantidad de enfermedades y parásitos) y los Guppys. Los cíclidos en general son peces voraces, y los Oscar lo son más todavía. Para que los juveniles crezcan deprisa, hay que alimentarlos dos veces al día por la mañana al poco de encenderse las luces y por la tarde. Los adultos siempre están hambrientos. Una pauta de alimentación que se base en varias comidas poco abundantes a lo largo del día se aproximará más a las condiciones naturales, pero no es imprescindible. Cuando el Oscar no ataque con fiereza su alimento hay que dejar de dárselo, puesto que está saciado. No hay que caer en la tentación de alimentarlo en exceso.




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